Seminario seminal





















Se desliza alrededor del tiempo, juega con la capacidad de mi sorpresa.

Caminar con espíritu aventurero, sin cortapisas y con rompehielos. Rebuscar por los márgenes de los conceptos. Controlar la imaginación desenfrenada. Grande y atractiva, la reconstruiremos.

El deseo, traficante de la memoria, datos del caos que son escrutados por máquinas imperturbables, por cámaras intestinas, orgasmo cibernético. La fuerza biológica del deseo. Para viajar con anillos no hace falta salir del baño.

Escurridiza amiga, ubicua caracola, estamos imposibilitados para lanzar una acción paralela, simbiótica, ardorosa, sin deslizarnos por los terrenos movedizos de la querella y la discusión.

La rebelión, el acto. Preservar a los poetas, a sus músicas de desconcierto, pánico para dictadores, evitar el sacrificio antes de la orgía.

Navegante de la esfera, si en algo valoras tu vida quédate quieto, deja pasar la furia, los jinetes de crispación que recorren la llanura del despropósito. Bacalao con pimientos en la tarde azulada de los valles del Sil, con mi amigo, que eres tu, andrógino educador social de los sentidos.

Félix Menkar. noviembre 2006